En la historia oculta de la historia, gladiadores, madrileñas y mendigos, acaban rostro en tierra, fusilados por el arma silenciada del negocio. En tierra de colosos coliseos, apoya la moneda del misterio: la sorpresa de una cara vuelta cruz, enigma de una cruz que sale cara. Sin odio ni violencia, con premura, alcemos nuestra voz y nuestros ojos: no triunfe la defensa irresponsable de quienes de arena y muerte viven. Sin miedo ni silencio, con ternura, en la nostalgia de sus huesos quietos, la luz de la esperanza, y la promesa de morir por la paz y por la vida; sin lucro, sin avaricia.
Un espacio de reflexión que incluye opiniones, pensamientos, reflexiones, certezas y creencias que no tienen por qué ser ciertas, pero que son mías. Soy misionero. Soy cura. Intento creer...