Recuerdo con qué esfuerzo mis dedos aprendían a atar los cordones de los zapatos, y la ilusión de tener unos zapatos nuevos, y la novedad que supuso recorrer, por vez primera, el camino a la panadería; Y recuerdo que no fue pan rallado lo que compré, sino queso, y me recuerdo deshaciendo el camino andado. Zapatos, caminos, años. Recuerdo caminar apresurado a casa, en busca de un par de zapatos con los que jugar al fútbol, fútbol que jugué tantos años. Correr, buscar, olvidar. Recuerdo los caminos ocultos de quienes hace ya años gastaron sus zapatos corriendo en busca de los olvidados que morían sin compañía. Gastar, acompañar, morir. Recuerdo a hombres y mujeres, amigas, hermanos; a quienes se les gastó la vida y murieron, y se fueron, y siguen, de otra forma, acompañándonos. Seguir, vivir, irse. Y vivir es seguir yendo, seguir gastando zapatos, jugando al fútbol, corrien...
Un espacio de reflexión que incluye opiniones, pensamientos, reflexiones, certezas y creencias que no tienen por qué ser ciertas, pero que son mías. Soy misionero. Soy cura. Intento creer...