Necesitamos a nuestro lado
Ciegos que no aprecien nuestras máscaras,
Ingenuos por opción
que no den de antemano
ninguna respuesta
sobre eso que somos.
Necesitamos a nuestro lado
Viejos que afronten con honestidad
el peso de sus años y fracasos,
Locos confiados
que no tengan miedo
a caminar descalzos
por el barro.
Necesitamos a nuestro lado
Hombres Esperanzados en la realización
de las posibilidades más remotas,
Creyentes y Testigos
de una oferta de perdón
capaz de sanar
los corazones empedrados
y los rostros más fríos.
A propósito de la película finlandesa
Cartas al Padre Jacob,
Cartas al Padre Jacob,
del director Klaus Härö,
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