Esta tarde soñé con la realidad. Las mujeres del barrio conversaban cuando mi familia y yo nos acercábamos. Mi madre se detuvo a saludar. Exclamaciones y “murmuros” era todo lo que percibía de su charla. Al despedirse, un silencio. Nadie dijo nada más. Tras un largo insistir, ya en marcha, al fin mamá comenzó: -Es el tipo del primero. El negro grisáceo que llegó al portal hace varios años, cuando tú ya no vivías aquí. Sacó una soga esta mañana –contó bajito, como con miedo a ser oída. -¿Una qué? –pregunté. -Una soga. Una soga por el balcón. Sacó una soga por el balcón esta mañana. -¿Pero se ha matado? ¿Pensaba matarse? -No. Sólo sacó la soga. Quería mostrar que se está muriendo. No trabajan, no tienen parientes, no tienen para comer. -¿No hacéis nada por él? ¿Dejaréis que muera? –Pensé. Pero, bien inserto en el realismo del sueño, no dije nada. Entonces el silencio me despertó. Si a menudo d...
Un espacio de reflexión que incluye opiniones, pensamientos, reflexiones, certezas y creencias que no tienen por qué ser ciertas, pero que son mías. Soy misionero. Soy cura. Intento creer...