Hay muchos tipos de idioteces:
idioteces aisladas y extendidas,
idioteces ignorantes y de buena voluntad;
idioteces disimuladas y silenciosas,
idioteces deslenguadas e irreverentes;
idioteces sociales, políticas y económicas;
idioteces ignorantes y de buena voluntad;
idioteces disimuladas y silenciosas,
idioteces deslenguadas e irreverentes;
idioteces sociales, políticas y económicas;
idioteces repetidas, idioteces permisibles
y hasta comúnmente aceptadas;
idioteces que hacen reír,
idioteces que molestan,
y las peores de todas,
las idioteces idiotas,
las que doliendo y jodiendo,
tambalean las propias ideas,
convicciones y creencias,
y las destruyen y las cambian,
y las purifican, y en ocasiones
hasta las hacen más fuertes.
En el mundo de las idioteces,
en la sociedad idiotizada,
en la Iglesia, también y por qué no, bañada de idiotez,
emergen mujeres y hombres como yo:
iluminados y ambiguos,
críticos espectadores del circo del idiotismo,
charlatanes malhumorados, idiotas participantes.
mucho empleo del adjetivo idiotez.
ResponderEliminarno creo que seamos tan idiotas.
si acaso estamos llenos de errores mezclados con ingenuidades y en otros de maldades.
pero es curioso, a esos idiotas que llamas tú, los quiere el Señor.
por nosotros ha apostado y el triunfo es nuestro
un abrazo a todos los idiotas.
un abrazo también
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