Leer la prensa y criticar
la economía sumergida
es más fácil que leer las calles
y encontrar a las personas
que la economía sumerge.
Escuchar la radio y convencerse
de la necesidad de consumir
para el bien de los mercados
es más fácil que conversar con el parado
consumido por las deudas.
Ver la tele y aprobar
medidas destinadas a colmar
la sed de los mercados
es más fácil que dejarse interpelar
por la vida de tantos que,
conociendo el nombre y la sed de sus vecinos,
comparten con ellos una merienda
y algo de leche para los niños.
Hay muchas personas sencillas y valientes,
capaces de elegir, en la dificultad, lo difícil.
En estos tiempos que corren...
¿qué paso daremos nosotros?
la economía sumergida
es más fácil que leer las calles
y encontrar a las personas
que la economía sumerge.
Escuchar la radio y convencerse
de la necesidad de consumir
para el bien de los mercados
es más fácil que conversar con el parado
consumido por las deudas.
Ver la tele y aprobar
medidas destinadas a colmar
la sed de los mercados
es más fácil que dejarse interpelar
por la vida de tantos que,
conociendo el nombre y la sed de sus vecinos,
comparten con ellos una merienda
y algo de leche para los niños.
Hay muchas personas sencillas y valientes,
capaces de elegir, en la dificultad, lo difícil.
En estos tiempos que corren...
¿qué paso daremos nosotros?
Buena reflexión, gracias por compartirla
ResponderEliminar.... eso digo yo, ¿que paso debo dar? Señor dame fuerzas y guiame!
ResponderEliminar(Alfonso)
Me sumo al mensaje claro que expresa... Algo sí que podemos hacer.
ResponderEliminarSe puede decir más alto pero no más claro.
ResponderEliminarTe doy las gracias porque con tus palabras eres capaz de actuar en lo más hondo de mí mismo y apaciguar la oscuridad que las circunstancias están alimentando y fortaleciendo a pesar de mis esfuerzos por controlarla.
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