En el principio quise ser grande...
Me hice discípulo de mí mismo
para poder ser así maestro de alguien.
Pero yo no supo enseñarme nada
y tampoco quise yo escucharle a mí.
Luego quise ser pequeño...
Me hice maestro de mí mismo
creyendo que sería así un buen discípulo.
Pero yo no supe enseñarle nada a mí
y tampoco yo quiso enseñarme.
Ahora, sencillamente, sé:
no soy buen guía de mí mismo
ni estoy hecho para maestro.
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