Creyéndome el dueño del mundo, agarro una pluma que alguien me regaló inscribiendo en ella el nombre que al nacer me pusieron. Me siento en una silla que no podría fabricar, en una habitación que no sabría construir, y me pongo a escribir en un papel salido de un árbol que no planté, un papel que pondré en el contenedor de reciclado, desligándome de su proceso posterior. Y me llaman a un móvil que no sé por qué suena y, al avanzar en las palabras, me voy sintiendo menos dueño, más vulnerable. Y me desconcierta la idea de que los hombres y mujeres más cercanos al mundo, los más capaces de vivir en él, son precisamente los desheredados de todo, los que sobreviven dificilmente, los jodidos. Entonces, avergonzado, enciendo el ordenador y me declaro enfermo de palabrería y culpable de muchas cosas.
Cada cierto tiempo alguien me dice: Martín, ¿ya no publicas lo que escribes, o es que has dejado de escribir? No tengo respuesta. O sí. A veces uno tiene necesidad de vivir, y a veces de pensar lo vivido. Y este tiempo, quizá, he estado ocupado. O perdido. O enfocado. O distraído. Qué más da. Hoy escribo para ti, así que prefiero no desvelarte lo que es mío. Necesito que antes recuperemos la confianza. Han pasado dos años. Dos años desde la última vez. Enero de 2020. Y me enfrento a ti, lector, y a mí mismo, con el pudor de dos antiguos amigos que, compartiendo mesa en la boda de un pariente lejano, se observan, como tratando de descifrar los restos de un pasado compartido, las marcas de tropezones en la cancha, pedradas en el parque, estrellas en el alma. -¿En serio eres tú?- nos preguntamos sin apenas decir. Todo ha cambiado. Todos hemos cambiado. Te miro, mientras suena la música. Te miro y no sé quién soy. -¿Qué tal te fue la guerra? -pregunto. Poco después me arrepien...
Esta entrada (especialmente el título)tuya me ha recordado un poco a la metamorfosis de Kafka. Saqué muchas cosas de ese libro. Pero más aun de esta "pequeña" reflexión. Me dice mucho de muchas cosas. Espero pueda tenerlas en cuenta en cada momento de mi vida.
ResponderEliminarUn abrazo! Gracias por compartir como siempre.
Me encantó!!!!! gracias por publicar estas reflexiones!
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