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Mostrando entradas de 2013

Una virgen joven

Una Virgen Joven. Una Virgen desposada con un hombre llamado José. Joven, muy joven, apenas quinceañera, con su corazón en el corazón del pueblo, eternamente esclavo; Con sus lindas manos curtidas y morenas por el sol y el trabajo, y con los ojos cargados de amor y de misterio ante el misterio de un amor que no es ajeno, ante la cercanía de Jesús, el Dios anejo. Joven, muy joven, apenas quinceañera, con su vientre engrandecido por el pataleo de un niño que aún espera, por Dios que, conmovido desea al fin, con dedos de hombre tocar la tierra. Joven, muy joven apenas quinceañera, con la frescura de una niña y la sinceridad de una hermana, con el amor de una madre y la fe de una abuela. Joven, muy joven, apenas quinceañera, abandonada como tantas, mas con suerte: su abandono no será jamás de muerte, el manto del Señor cubrirá sus dudas y su frío. Apenas quinceañera. Joven, muy joven, pero vieja. Una Virgen transformada en la noche de Belén,

25

Cómo no acordarme al envejecer de quienes me alimentaron. Cómo dudar al madurar de quienes sembraron las semillas. Cómo dejar en el olvido a quienes conmigo compartieron panes y sueños. Cómo no traer de nuevo a mi vida todas esas muertes y ese fuego. Cómo cumplir 25 sin susurrar siquiera el nombre de quien, al cumplir 25, cumplió por última vez...

Emoción en la arena

La emoción de las raices, la tierra, la música y el mate, la alegría de la historia andada;    La arena y las pisadas de quienes nos precedieron, y son ahora también polvo. El clamor existencial que lloró mi hermano Pedro con sonetos; el corazón que se eleva y canta a los vivos y a los muertos, sabiendo que junto al dolor y el hambre de los niños descansan, sin dormir, el sueño y la esperanza:  el grito penúltimo de Dios que, habiendo querido nacer pobre, nos trae un nuevo impulso hacia el desierto. Es por esta emoción por la que callo, es por ella que casi apenas digo, es por ella que aún sueño, por ella que vivo, espero y amo. Amén.

Puntos suspensivos

Puntos suspensivos, sólo tres puntos suspensivos trajiste a mi existencia, ahondando con ellos en mi tragedia. Tres pequeños ceros que, en aquellos tiempos, suspendieron mi juicio; Ceros que aún hoy me ponen entre paréntesis y me interrogan con miradas afirmativas. Tres puntos suspensivos: Tres norias continuadas con sus góndolas siempre contrapuestas de dudas y de certezas; Tres faros en el mar de la dicha y el decir que alumbran el espacio del silencio; Tres velas que, con luz tenue, enseñan cómo el futuro incierto nos tiene en el presente a la deriva; Tres cómplices de una frase culpable y temerosa que prefirió no pronunciarse. Puntos suspensivos, sólo tres puntos suspensivos trajiste a mi existencia, y yo,      ahora,           te los devuelvo…

Las musas

La inspiración artística, la musa, es eso que nace al habitar unos instantes bien adentro, allá donde la vida se vive. La inspiración es la urgencia de comunicar una idea que no es idea, a través de unas palabras que nunca son suficientes. La inspiración es amarillo sostenido, es azul en do menor, y es sobre todo rojo. La inspiración es el fuego que arde sin leña, el incendio que abrasa todas las ramas, la tierra fértil donde crecen los árboles y sus murmullos. La inspiración es la chispa y la mirada, el hombre de la hazada, la mujer y su sonrisa. La inspiración es noche fría de noviembre que no vence el brasero, la inspiración es la sed y la nostalgia, el papel siempre en blanco, la luna, la mañana. La inspiración es el deseo y el anhelo de dejar al partir un corazón empobrecido; es la mirada de un niño que pone nombre a las nubes. La inspiración es tu nombre, la inspiración es el cielo. Mi inspiración eres Tú, mi inspiración es el suelo.

Maldito viejo preguntón

  Sucedió hace no más de dos docenas de días. Estábamos sentados a la mesa. Demasiado conocidos como para hablar del tiempo. Demasiado distantes como para permanecer en silencio. Yo, queriendo burlar con sorna la vejez del anciano, le pregunte: "¿qué es lo mejor que descubres en esta generación, que no es la tuya?". Él tragó la verdura, sostuvo inmóvil el tenedor y, mientras me miraba, comenzó a masticar aquellas palabras recibidas por sorpresa. Tomó su tiempo, amagando varias palabras, hasta que consiguió desentrañar de su lengua senil algunas sílabas sinceras. Tras ello, el tenedor se movió de nuevo. El debate parecía haber concluido sin un claro ganador. En cambio, varios silencios más tarde, el abuelo, interesado, me devolvió la pregunta. Fue entonces cuando me respondió. Su honesta búsqueda me mostró el más joven de sus rostros. Mi respuesta callada me envejeció cien años en un instante. Desde aquel día, ejercito mi optimismo sociológico y trato de aprender

Lo humano

La paradoja forma parte de lo nuestro, de lo que somos, de lo humano. La asumida y trágica contradicción entre la muerte de millones de judíos y las preocupaciones cotidianas de nuestro diario existir individual. La tesión entre lo social y lo individual, entre lo infinito y lo finito, entre la esperanza y la muerte. No podemos resolver esta contradicción, pero sí mantener la tensión de la paradoja, para ser así compañeros en la tragedia, hermanos en la esperanza y auténticamente humanos. A propósito de La lista de Schindler... ...y del día de Cristo Rey