Ir al contenido principal

Una virgen joven


Una Virgen Joven.
Una Virgen desposada

con un hombre llamado José.

Joven, muy joven,
apenas quinceañera,
con su corazón
en el corazón del pueblo,
eternamente esclavo;

Con sus lindas manos
curtidas y morenas
por el sol y el trabajo,
y con los ojos
cargados de amor y de misterio
ante el misterio de un amor
que no es ajeno,
ante la cercanía de Jesús,
el Dios anejo.

Joven, muy joven,

apenas quinceañera,
con su vientre engrandecido
por el pataleo de un niño
que aún espera,
por Dios que, conmovido
desea al fin, con dedos de hombre
tocar la tierra.

Joven, muy joven

apenas quinceañera,
con la frescura de una niña
y la sinceridad de una hermana,
con el amor de una madre
y la fe de una abuela.

Joven, muy joven,
apenas quinceañera,
abandonada como tantas,
mas con suerte:
su abandono no será jamás de muerte,
el manto del Señor cubrirá sus dudas
y su frío.

Apenas quinceañera.

Joven, muy joven,
pero vieja.

Una Virgen transformada
en la noche de Belén,
oscura y clara.

Escrito el 24 de diciembre de 2011
Martíncmf

Comentarios

Entradas populares de este blog

Todo ha cambiado

  Cada cierto tiempo alguien me dice: Martín, ¿ya no publicas lo que escribes, o es que has dejado de escribir? No tengo respuesta. O sí. A veces uno tiene necesidad de vivir, y a veces de pensar lo vivido. Y este tiempo, quizá, he estado ocupado. O perdido. O enfocado. O distraído. Qué más da. Hoy escribo para ti, así que prefiero no desvelarte lo que es mío. Necesito que antes recuperemos la confianza. Han pasado dos años. Dos años desde la última vez. Enero de 2020. Y me enfrento a ti, lector, y a mí mismo, con el pudor de dos antiguos amigos que, compartiendo mesa en la boda de un pariente lejano, se observan, como tratando de descifrar los restos de un pasado compartido, las marcas de tropezones en la cancha, pedradas en el parque, estrellas en el alma.   -¿En serio eres tú?- nos preguntamos sin apenas decir. Todo ha cambiado. Todos hemos cambiado. Te miro, mientras suena la música. Te miro y no sé quién soy. -¿Qué tal te fue la guerra? -pregunto. Poco después me arrepien...

No te rías si te hablo del satisfyer

  Nutrición, relación,  fin de curso. Nutrición, relación, fin de curso. Nutrición, relación, fin de curso. Año tras año, el mismo maldito orden en el temario de Biología y Geología. El destino -por no culpar a nadie- que mantenía a los alumnos a la espera de llegar por fin al tema tabú, el que despertaba las reveladoras sonrisas, el sexo. Bueno, sí, oficialmente "reproducción". Pero para todos, el sexo. Tantas cosas han cambiado. Las escuelas se llenan de letras que se explican con más normalidad cada vez. La L. La G. La T. La B. La I. Y hasta la A y la Q en ocasiones. ¡Lo que saben los niños de hoy en día! Todo cambia, y es necesario que seamos nosotros los que cambiemos. Si no, lo harán otros. Y una manera de cambiar es vencer los tabús, las risillas tontas que insinúan curiosidades no resueltas, miedos escondidos y culpas estancadas. Yo ya he empezado. El otro día, sin ir más lejos, en una conversación con adultos, usé la palabra de moda: "sa...

La paradoja de la manzana

La vida está llena de paradojas, y creo que en el símbolo de la manzana se resume una bastante común. La paradoja de la manzana. Mi nacimiento no fue tan peculiar como el de Gila (“ mamá, que he nacido ”). Algunos se alegraron, y la mayoría permaneció indiferente. Yo era muy distinto por aquel entonces (finales de los 80). No sufría por tener que levantarme temprano, y tampoco me gustaba quedarme trabajando de noche. No entendía a los filósofos. Ni siquiera sabía leer. Solamente entendía a mi abuela con sus expresiones de abuela: como ese sonoro “ ajajayyyyy ” acompañado de un rápido “ qué-bonito-es ” y de asfixiantes muestras de cariño. De hecho, tardé unos meses llegar saber qué era eso de “ qué bonito es ”. Todo era muy sencillo en los primeros tiempos de mi vivir en la tierra. Yo no tenía dientes, pero tampoco me hacían falta. Todo lo que me daban era líquido. Primero leche y agua, después un rico batido de manzana y plátano. Poco a poco la cabeza me fue creciendo. Yo no paraba...