Cuando mis ojos se abrieron tenía 17. No me gustó lo que vi en la tierra, y decidí sin saberlo soñar mirando al cielo. La tierra dijo mi nombre, dejándome en la escisión a los 20, debiendo elegir entre cielo en equilibrio y tierra enrarecida. Hoy, a los 23, el cielo me queda lejano, y es la complejidad del barro la que me invita a mirar hacia dentro: a la tierra, y más acá de ella misma. Donde habita una Palabra que late y corre por el corazón del mundo; una Palabra que graba nuevos horizontes en el hombre que duerme y en la mujer que sueña.
Nutrición, relación, fin de curso. Nutrición, relación, fin de curso. Nutrición, relación, fin de curso. Año tras año, el mismo maldito orden en el temario de Biología y Geología. El destino -por no culpar a nadie- que mantenía a los alumnos a la espera de llegar por fin al tema tabú, el que despertaba las reveladoras sonrisas, el sexo. Bueno, sí, oficialmente "reproducción". Pero para todos, el sexo. Tantas cosas han cambiado. Las escuelas se llenan de letras que se explican con más normalidad cada vez. La L. La G. La T. La B. La I. Y hasta la A y la Q en ocasiones. ¡Lo que saben los niños de hoy en día! Todo cambia, y es necesario que seamos nosotros los que cambiemos. Si no, lo harán otros. Y una manera de cambiar es vencer los tabús, las risillas tontas que insinúan curiosidades no resueltas, miedos escondidos y culpas estancadas. Yo ya he empezado. El otro día, sin ir más lejos, en una conversación con adultos, usé la palabra de moda: "sa...
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