No puedo detener el tiempo, tampoco la vida que se esconde tras la delgada aguja del segundero, mas puedo traerte a mi lado con palabras detenidas; hacerte ojear siquiera lo que mis ojos contemplan:
Una joven y cerrada puerta, con su mango exterior rodeado por dos vueltas de dedos: dedos de mano, dedos de mujer. Junto a la puerta, hierática, ella. Inmóvil por fuera y removida por dentro, con un torbellino dado a luz por la silenciada voz del corazón, con un mareante viento que se eleva.
No hay tiempo, nada se mueve. Tan sólo dos calladas transformaciones amenazan alterar el rumbo de lo inmóvil. A un lado del tiempo, los suaves dedos alcanzados por el torbellino interior, decididos a conceder a la mujer una segunda oportunidad. Al otro lado, una palabra...
sos el ULTIMO PROFETA?
ResponderEliminarlidia-la escriba
blog nuevo
www.nuncajamashablamos.blogspot.com
ya se que si!!! te invito a mi nuevo blog!
ResponderEliminarun abrazo
lidia-la escriba
www.nuncajamashablamos.blogspot.com !