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Vida compartida




               
   Alfonso, después de casi 5 años compartiendo hogar –comunidad claretiana de granada- hoy te marchas a otra casa, allá en lo alto. Una alegría serena crece en mi interior cuando te siento, cuando recuerdo tus chascarrillos cotidianos, tu sensibilidad hacia los más pobres y tus andanzas por las tierras de Filipinas, tierras en las que naciste por segunda vez, y tierras que guardaste en tus bolsillos hasta tu último latido.

   No es extraño que tu último comentario en Facebook estuviese dedicado a la designación de un nuevo cardenal en Mindanao (Filipinas), noticia que “te alegró mucho”. Ni es extraño tampoco que al enterarse John Louie Guades (claretiano de filipinas) se sorprendiera de tu pronta partida (“¡¡si ayer mismo me envió unos correos!!”)

   Gracias, “Alfons”, por el regalo de tu vida compartida. Ha sido una suerte compartir tantas comidas y tantas luchas informáticas. Me has enseñado que se puede ser joven con ochenta-y-tantos, que las obras más grandes se construyen desde vidas frágiles, y que la sensibilidad ante las tragedias humanas es un precioso don que puede hacer de nuestra existencia algo valioso.

Pórtate bien ahí arriba!

Un abrazo de nieto, de amigo, de hermano.

Martín cmf
Granada, 11 de marzo de 2014

Comentarios

  1. Me ha dado una pena tremenda su pérdida. Siempre lo recordaremos y lo querremos por su sencillez y su bondad. Era un santo en la tierra.
    Descanse en paz este gran Claretiano y este gran hombre.
    Gracais Martín por este post.

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